¿Tu bebé todavía no sostiene la cabeza?
¿Debería darse la vuelta sin ayuda y no lo hace?
¿Le cuesta gatear?
¿Culetea?
¿Parece no tener ganas de caminar?
¿No es muy hábil con las manos?
Si alguna de estas preguntas define la situación de tu hijo, llámanos.
En ANDARES detectamos cuál es el inconveniente que puede estar frenando a tu hijo en su desarrollo motor y creamos todo un programa de actividades específicas adaptadas a sus características. Nuestro objetivo es apoyarle en la consecución de las metas propias de cada edad y, así, lograr aumentar su confianza.
¿Qué es la psicomotricidad?
Llamamos psicomotricidad a la estimulación de los movimientos del bebé. Su objetivo es la coordinación entre las funciones motrices y psíquicas. Es decir, se favorece la acción del sistema nervioso central para crear en el bebé una conciencia acerca de los movimientos que realiza relacionados con las nociones de espacio, tiempo y velocidad.
¿Por qué es tan importante estimular la psicomotricidad desde edades muy tempranas?
La psicomotricidad debe ocupar un lugar importante en la educación infantil, sobre todo en la primera infancia, porque existe una gran interdependencia entre los desarrollos motores, afectivos, intelectuales, comunicativos y sociales.
En los primeros años de vida, la educación del niño es y deber ser psicomotriz. Todo, el conocimiento y el aprendizaje se centra en la acción del niño sobre el medio, los demás y las experiencias, a través de su acción y movimiento.
El niño que consigue un adecuado dominio de su cuerpo y sus movimientos se siente seguro de sí mismo y se valora positivamente; además, favorece de forma positiva su desarrollo cognitivo.
¿Cuáles son sus metas?
La psicomotricidad persigue las siguientes metas:
- Motivar la capacidad sensitiva y perceptiva a través de las sensaciones y relaciones entre el cuerpo y el exterior.
- Dominio del cuerpo y regulación de sus movimientos: orientación en el espacio, equilibrio, ritmo, anticipación, coordinación, flexibilidad, agilidad...
- Comprensión de los movimientos representados o expresados a través de signos, símbolos, planos, y de la utilización de objetos reales e imaginarios.
- Descubrir y dar a conocer las propias capacidades a través de la expresión de las emociones y de la creatividad.
- Valorar la identidad propia y la autoestima dentro de la pluralidad grupal.
- Crear una conciencia y un respeto a la presencia y al espacio de los demás.
El juego es el mejor medio para conseguir que el niño pueda lograr el óptimo desarrollo de su movimiento corporal. Y lo hacemos así, porque el juego es el idioma que mejor entienden los pequeños. Se crean situaciones que posibilitan el surgimiento de sensaciones y emociones de placer, de libertad e independencia, de descubrir, de compartir con otros, por lo que es crucial para la formación de rasgos positivos de la personalidad.
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